Me avergüenza confesarlo, pero… sí, soy una asesina de plantas. No sé si tendrá algo que ver con ser vegetariana: puede que cualquier ente de origen vegetal se sienta amenazado ante mi glotona presencia y se marchite por ello hasta la muerte por mucho agua, abono, conversación, mimos o música clásica de la que le … Seguir leyendo