Después de fosilizarlos y abrirlos en canal para visualizar sus entresijos (con sorpresa incluida durante la figurada autopsia), ¿qué más le podríamos hacer a nuestros pobres y sufridos gadgets?
El fotógrafo neozelandés Henry Hargreaves y la estilista de alimentos Caitlin Levin, decididos a adoptar la “sana” costumbre americana de rebozar todo lo imaginable, pasaron por la freidora réplicas de Game Boys, iPads o MacBooks como si de grasientos nuggets de pollo se trataran en la serie de fotografías Deep Fried Gadgets, criticando así el uso que hacemos de los productos tecnológicos, más parecido al consumo de comida basura de lo que nos gustaría.
Lo malo es que han conseguido que mire mi smartphone con cara golosona y aviesas intenciones gastronómicas. Tiene pinta de que con un poco de salsa de soja tiene que estar riquísimo…
Vía CoolHunting.
Qué asco! y qué dolor ver como se desperdician estos aparatos!!
No te preocupes! Son réplicas de los originales! Ningún iPad fue dañado en la realización de estas fotos! 😉