No me ha quedado más remedio que parafrasear a Robin en la conocida serie que en los sesenta protagonizó junto al Hombre Murciélago cuando he conocido el último trabajo del artista italiano Igor Scalisi Palminteri, Hagiografías.
Tras recorrer los mercadillos de Palermo, su ciudad natal, haciendo acopio de un buen surtido de estatuas de vírgenes y santos, se dispuso a transformarlas a base de pintura acrílica en los nuevos iconos religiosos de la modernidad: los superhéroes. Los mantos poco necesitaron para convertirse en heroicas capas y unas máscaras dibujadas obraron el milagro: Santa Rita se transfiguró en Wonder Woman a golpe de pincel y a ella le siguieron en seguida el resto de divinas efigies.
Y no es tan descabellado el planteamiento: siguiendo sus andanzas en los cómics hemos contemplado asombrados más de una resurrección, algunos somos más devotos de DC y otros de Marvel, como ocurre con las hermandades, y, al final, su última preocupación es nuestro bienestar y protección. Vamos, que con la que está cayendo yo me voy encomendando a la Santísima Inmaculada Catwoman, que falta me hace…
Vía Ian Brooks.